El síndrome de Burnout se traduce como “agotamiento, quemado”, haciendo referencia a la cronificación del estrés laboral. Manifestándose como un agotamiento excesivo físico o mental, llegando a alterar el autoestima y personalidad del trabajador.


Síndrome de burnout en trabajadores de hospitalidad. 

No es un secreto que las personas que trabajan enfrentan distintos desafíos, se exponen a una alta presión originado principalmente por la competitividad que llega a existir, la crisis financiera, cambios políticos y tecnológicos.

Es por ello que la salud y la calidad de vida de los trabajadores se ven afectadas, trayendo consigo alteraciones de tipo cardiovascular, respiratorio, digestivo, muscular y sistema nervioso que llegan a desarrollar los trabajadores.

Diversos estudios afirman que el área de hospitalidad es una de las mas expuestas a este síndrome por el estrés laboral que llega a surgir, principalmente por el exceso de trabajo, responsabilidad con los pacientes, enfermos dependiendo de sus cuidados, falta de autonomía, incorporación de nuevas tecnologías, relaciones conflictivas, contacto continuo con el sufrimiento y la muerte, entre otros. Se ha comprobado que los doctores y enfermeras pasan mas tiempo con sus pacientes que con sus familiares, sometiéndose a demandas físicas y emocionales, sin precedentes, al alto nivel en el que se involucran con los enfermos incomparable con otras profesiones.


Por esta razón, áreas específicas como urgencias, terapias intensivas y de cuidados coronarios han sido denominadas áreas críticas, ya que en éstas, las demandas de atención para los profesionales son muy fuertes, debido a que se requiere una atención inmediata y continua con alto grado de eficiencia y especificidad, por esta razón tiene gran importancia la naturaleza de la enfermedad y la gravedad del pronóstico, además, se viven experiencias de gran carga emocional en los procesos de duelo y sufrimiento.

En conclusión, el estrés en el ámbito hospitalario no solo repercute en la satisfacción laboral del trabajador que lo padece, sino también en el enfermo que depende de sus cuidados.

 

La sobrecarga de trabajo supone un recorte de tiempo en cada paciente, menor calidad de atención y más aumento de errores, ya que en ocasiones el número de pacientes por día es excesivo para el tiempo del que dispone en su jornada laboral.

 


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